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Explicación científica de porque no puedes hacerte cosquillas a ti mismo

ntenta hacerte cosquillas, no puedes verdad. La respuesta está en tu cerebelo. Dos partes del cerebro se encargan de procesar las cosquillas: la corteza somatosensorial que percibe el tacto y el córtex del cíngulo anterior que procesa el placer. Ambas partes funcionan en conjunto para desencadenar al sistema nervioso cuando alguien o algo te hace cosquillas.

De hecho existen dos tipos de cosquillas Knismesis y gargalesis. Knismesis es el tipo de cosquillas ligeras (como con una pluma, o un insecto en la piel) y ocasiona que te estremezcas o se acompaña de un picor. Gargalesis son las cosquillas enérgicas que ocasionan risa y movimientos del cuerpo incontrolados.

¿Y por qué no podemos hacernos cosquillas? Bueno, básicamente se reduce a que el cerebelo tiene la capacidad de predecir el cosquilleo, por lo tanto, anula la sensación antes de que se produzca.

La neurocientífico Sarah-Jayne Blakemore de la Universidad de Londres explica: “Nuestros estudios han demostrado que el cerebelo puede predecir las sensaciones cuando su propio movimiento las causa pero no cuando alguien más lo hace, Al intentar hacerte cosquillas a tí mismo, el cerebelo predice la sensación y esta predicción se utiliza para cancelar la respuesta de otras áreas del cerebro a las cosquillas.”

En otras palabras, el cerebelo (la parte del cerebro que controla el control motor) sabe dónde está tu mano que va a tratar de hacerte cosquillas. Debido a esto, la sensación se pierde, porque ya no es una sorpresa o algo que no puede controlar.

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Acerca de Alejandra Galaz

Divulgadora de la Ciencia y productora de videos. Me apasiona conocer y compartir los últimos avances en la ciencia y tecnología en especial temas de medicina. Soy médico cirujano de profesión, pero mi verdadera vocación es curar y crear contenido educativo.

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